El sábado pasado tuvimos taller con los niños.
El sábado pasado ocurrieron algunas de esas cosas que me hacen ver día a día que me encanta enseñar arte a niños. Cuando entro el taller con los pequeños, me convierto física y casi mentalmente en una niña más. Elijo el vestido, falda, camiseta más infantil que tengo para ser todavía más capaz de mimetizarme en el entorno. Realmente luego no me hace falta ni vestido infantil, ni gafas de niña pequeña… porque me sale. Sale la niña que llevo dentro muy fácilmente y me encanta. Disfruto muchísimo.