A Clara le gustan los gatos

Los que me seguís conocéis mi parte artística donde las letras y el color son los protagonistas.

No os resulta extraño que dibuje láminas, que empiece un taller nuevo, que se me ocurra una idea para mi web y que publique toda la actualidad de mis letras bonitas en forma de talleres, láminas, paredes, bullets... porque conocéis esta parte de mí.

Pero la inmensa mayoría de personas con las que interactúo diariamente saben que soy profesora de Ciclos de Formación Profesional de Informática, que llevo una vestimenta diferente a la "normal", que llevo el pelo de color rosa a trozos y que sonrío.

Eso es lo que se ve desde fuera sin profundizar mucho.

Os voy a contar por qué descubrí que a Carla le gustan los gatos y, aunque yo a Carla no la conozco de nada, cuando creo algo para alguien que no sé quién es, una parte de mí conecta 🙂

Ahí está la magia.

Este año llevo el título encima de Jefa de Departamento, reconozco que cuando me propusieron y todos mis compañeros lo apoyaron y reivindicaron de alguna forma, me sentí muy bien. No porque a mí me guste ser jefa de nada, porque ya tengo bastante con ser jefa de mi propia persona, sino porque es un reconocimiento al trabajo realizado.

Bueno, pues los jefes de departamento de los centros educativos nos sentamos mínimo una vez al mes en una reunión con dirección y jefatura de estudios para tratar temas clave para el buen funcionamiento del centro.

Esta reunión se llama CCP (Comisión de Coordinación Pedagógica) y aunque es útil para muchos temas internos de organización y del día a día en el centro, también permite charlar con otros jefes de departamento que ni te cruzas por los pasillos.

LLega noviembre del año pasado o diciembre (no recuerdo), me siento en la mesa con mi portátil y mi bullet. A mi lado un compañero dibujando en un papel unos dibujos muy chulos, me fijo y le pregunto: ¿dibujas de forma habitual? Y me cuenta un poco cómo lo hace y por qué.

Me llama mucho la atención porque yo no tengo esa facilidad que yo veía en su papel para hacer esos dibujos y esos momentos yo nunca los he utilizado para dibujar.

Es decir, se me plantearon varias cuestiones que me encantaban: un compañero al lado inspirándose en un libro de plantas precioso que había encima de la mesa, un momento concreto en el que él dibuja y yo allí a mi lado con mi portátil y mi bullet cerrado.

¿Debería de aprovechar yo ese tipo de momentos para dibujar? ¿Potenciaría mi libertad creativa? ¿Lograría dibujar mejor algunas cosas que se me resisten si practico en ese tipo de momentos? No hay mucha concentración, hay momento y las preguntas en mi cabeza.

Después de todo este análisis, le digo: yo también dibujo, pero dibujo letras.

Meses más tarde, cuando la inspiración llegó, yo dibujo Clara en un fondo con un gato, con los colores que en ese momento me pidió el papel y consigo un resultado que me gusta.

Naranja, amarillo, marrón. ¡Esos eran mis colores hace unos años! Y Clara me ha hecho revivirlos.

Se lo enseño a mi compi, le gusta. Se lo envuelvo.

Clara no sé si ya ha recibido su regalo, pero yo espero infinitamente que sonría mucho cuando se lo entregue mi compi. Ya sabéis que el regalo nunca está dentro del paquete, siempre siempre siempre son las manos que lo dan.

Gracias compi por confiar en mí.

A Clara le gustan los gatos y a mí también 🙂

LeTi