Aprender del error:"La eternidad no es algo que dure para siempre"

Siempre le digo a mis alumnos que equivocarse es el camino para aprender. A ellos, normalmente, esto les parece una chorrada y una frase bonita que no entienden muy bien.

Lo sé por sus caras aunque no digan ni mu.

Luego poco a poco voy reforzando el error y parece que se van dando cuenta de que cuando estás aprendiendo eso de equivocarse está bien. Os puedo asegurar que yo esto hace unos 10 años no lo hubiera dicho jamás.

Hoy es diferente.

Yo como persona me equivoco mucho. En el plano artístico me equivoco menos de lo que me gustaría pero no es porque yo sea perfecta y todo me salga a la primera, ¡qué va! sino porque dibujo, pinto e invierto tiempo en esto menos de lo que debería.

Establecer rutinas para poder llegar a todo es clave en este camino de artista en potencia y no es fácil incorporar estos hábitos cuando otras cosas tiemblan por detrás.

Esta lámina no me gusta, bueno... vamos a hablar con claridad. Esta lámina no me entusiasma, no me convence del todo. Suele pasar esto cuando acabo de dibujar, pero dejo reposar el papel unos días encima de la mesa y la sensación va cambiando.

Es decir, no soy de esas artistas que acaba una lámina y dice: ¡qué preciosidad! no 🙂

Así que, como ya me conozco un poco, esperé unos días y fui observando. Y la conclusión no ha sido la habitual, no me ha convencido. Y sé por qué.