Esta mañana hemos tenido taller intensivo de Lettering en Salamanca, hemos dibujado trazos rectos, no tan rectos, curvas, diagonales y hemos empezado a dibujar letras. En este caso cuatro inquietas alumnas con rotulador en mano han descubierto que en 3 horas y media de taller no se pueden dibujar letras bonitas y que quede todo perfecto. Cuando se hace un trabajo manual, es muy complicado lograr la perfección y menos aún el primer día que se practica una técnica.
Yo también aprendo en los talleres, porque las alumnas siempre son diferentes. Es un entorno muy diferente al que yo estoy acostumbrada, aquí no hay chicos inquietos que quieren desmontar un ordenador o programar un script (cosas de esas de informática), hay mujeres que por norma general no han cogido un rotulador brush-pen antes y quieren dibujar esas letras bonitas que tanto gustan.