No sé si Julia o Bruno son los nombres más bonitos que existen. Supongo que todo nombre tiene su connotación personal y la emoción más intensa te recuerda a esa persona que al llamarla el sonido tiene un cariño especial.
Julio y Bruno son los nietos de una buena amiga, tienen pocos años. El sabe de qué va esto de la Navidad y ella se lo va imaginando ya. Sea de la forma que sea, los dos han recibido del gordo con barba blanca un marco con su nombre dibujado.