Empecé a leer hace unos años cuando de alguna forma me refugiaba en la lectura, pero de pequeña yo leía los cuentos del colegio por obligación. No he leído ni el Quijote, ni la Celestina ni a Garcilaso de la Vega. Simplemente no me llamaba la atención.
Hoy las cosas son algo diferentes y sí leo, además ya entiendo todas esas frases que leía por ahí y que no les encontraba explicación aunque sonaran bonitas sobre la lectura. Supongo que al resto de la humanidad le pasará algo parecido si la lectura no ha sido ni es un refugio o un lugar donde «estar».