¡Hola! El pasado sábado 17 de febrero fue un sábado más de letras y color en La U Mutante. No era mi mejor día. Sí, admito públicamente que ese día no podía ofrecer mi mejor versión porque no me encontraba bien ni física ni de ninguna forma, pero sé que cada vez que entro allí las cosas cambian.

Arrancábamos el intensivo del mes de febrero, con 9 inquietas mentes bolígrafo en mano y con ganas de aprender.

El taller se planteaba diferente porque varios de los asistentes venían porque alguien se acordó de ellos en Navidad y recibieron una tarjeta regalo en forma de taller. Es decir, había 5 personas sentadas a la mesa que estaban allí porque alguien les había regalado un curso de Lettering. 

Cada vez tengo más claro que regalar experiencias es mucho mejor que un regalo envuelto en papel bonito. 

Ya sabéis que llevo impartiendo talleres de Lettering unos cuántos años y la tendencia habitual es que los talleres se llenen de más niños que de mayores, pero el pasado sábado se invirtió la balanza y había más adultos que niños.

No es un tema que me importe porque los grupos mixtos funcionan muy bien y además, hay adultos que somos más niños que los propios niños.

Yo sigo diciendo que en estos talleres las personas que vienen se divierten, ¿Por qué lo sé? Por sus caras, por su sonrisa al ver que salen cosas bonitas y por todo lo que dicen cuando se van.

Quizás no sea el lettering motivo de horas de práctica a partir de ahora para ellos, pero se llevan una experiencia más a sus vidas.

Cada grupo es diferente, cada alumno es único y en este taller he seguido descubriendo formas de coger el rotulador, postura en la mesa, nombres de niños peculiares y divertidos, plantillas estrenadas pero sin uso casi, que la calma en el papel llega cuando uno está relajado a pesar de que vayas como una moto por el mundo y que dos chicos adolescentes se lo pueden pasar bien una mañana junto a su madre sin quejas, ni pantallas 🙂 

Estas son algunas de las cosas que recuerdo, pero todo es aprendizaje y sé que cuando vuelva a sentarse a la mesa una persona con tantas dificultades para encontrar la postura para dibujar letras, sabré ayudarle un poquito más y mejor.

Gracias a todos por venir. Una mañana que empezaba mal con Lettering siempre acaba bien. 

Gracias siempre