Hacia mucho tiempo que no escuchaba canciones de Fito y los Fitipaldis con tanta atención. Ha tenido que llegar otro reto de Instagram para que volviera a ocurrir. Estas canciones han vuelto de una forma casi inesperada a mi vida y en el momento que tenían que volver. Así que cuando leí «Fito y Fitipaldis» en el cartel de mayo del #BlueDramasChallenge sabía que ese día tenía que escribir algo.
Hoy vengo a contarte que el papel negro y yo empezamos a ser amigos, nos vamos entendiendo. Vuelvo a decir que los rotuladores, la técnica y muchas cosas más son importantes en esto del lettering, pero el papel si no es lo primero es lo segundo.
Me compré un bloc de papel negro de Canson para probar, no había muchas opiniones sobre este papel porque es relativamente nuevo y he descubierto que en papel negro se puede escribir con lápiz y borrar y no queda mancha. ¿Tú sabes lo que es eso? 😀
¿Por qué me gusta tanto el contraste de fondo negro y letras blancas? Tenía una regadera de latón o zinc, como quieras llamarlo, ahí sin utilizar ni decorar ni nada. Y el otro día se me ocurrió que le podía dar algo de vida a la regadera. Cogí un esmalte negro que tenía, pinté la regadera y luego cogí los rotuladores posca blancos que ya he utilizado en papel anteriormente y escribí «hola».
Me encantó. Le puse tierra dentro, le metí una petunia morada de esas que huelen que alimentan y listo!
Es el título de una película de Julia Roberts que tiene ya unos años. Esta película alguien me la recomendó hace unos meses, y desde entonces ha ido apareciendo de alguna forma en mi vida.
El otro día leí en Facebook un diálogo sobre la peli en cuestión y pensé: tengo que verla. Yo no soy de ver pelis, de hecho hacía muuucho tiempo que no veía una que no fuera familiar; más de un año.
El hombre en busca de sentido es el título de un libro que escribió Victor Frankl. Esta lleno de frases, expresiones, vivencias que revuelven y remueven por dentro.
No he acabado de leerlo, me falta solo la última parte donde explica su «logoterapia». He ido apuntado a lo largo de la lectura frases, marcado páginas y reflexionado sobre muchas de sus vivencias en ese campo de concentración.
Y último «mapa» del año. Esta vez he querido explotar al máximo el potencial de los rotuladores posca que como veis son una pasada. Recuerdo la primera vez que me compré uno y pensé: esto no tiene punta pincel, no marca mucho, no sé… no entiendo por qué causan tanto furor. Pues está claro que la que estaba confundida era yo.
Hace una semanas hice el boceto en mi cuaderno y ayer, con rotus recién comprados, lo pasé a papel. La verdad es que no pensaba escribir estas palabras en un fondo negro pero es que estos rotuladores resaltan aquí, así que no lo dudé. Rotuladores nuevos y papel negro por aquí rondando, este es el resultado.
El papel negro no se maneja igual de bien que el claro, no se puede borrar sin que queden machas, hay que tener el trazo más firme, estar más centrado…. y bueno, ¡llegó el día! Hace unas semanas estuve haciendo pruebas en un papel negro, igual que el de este lettering escribiendo con rotuladores, acuarelas, lápices acuarelables… probando cómo funcionaban en el papel negro, aprendiendo a manejar este tipo de papel.
Guardo «mis papeles prueba» porque siempre es llamativo para mí lo que me sale escribir para probar los rotus: nombres, ciudades, sitios, letras sin sentido aparente…
No había probado mi rotulador Posca blanco en algo «serio» y sabía que la primera vez iba a ser en papel negro, así que no había llegado el momento.
